Una vía de solución para los menores en acogida

En 2009, Andrés Roig y su esposa Noemí Piles acogieron a dos gemelos de 5 años nacidos en Albacete de padre rumano y madre ucraniana, que habían ido a parar a un centro de acogida en la Comunidad Valenciana. La madre los había abandonado con 2 años y a la edad de 4, el padre ingresó en prisión. Nunca los llegaron a registrar, ni en el consulado rumano ni en el ucraniano. A día de hoy, estos niños, de 14 años, nacidos en España y tutelados por la Administración, no tienen nacionalidad ni documentación, por lo que carecen de la posibilidad de ejercer derechos básicos como el de moverse libremente. No pueden viajar, ni federarse para practicar un deporte de competición, ni abrir una cuenta corriente ni recibir ninguna ayuda. En el caso de uno de ellos, a la situación de absoluta desprotección y vulnerabilidad, se añade una discapacidad reconocida del 33%.

De acuerdo con el ordenamiento jurídico español, toda aquella persona que haya estado sujeta legalmente a la tutela, guarda o acogimiento de un ciudadano o institución españoles durante dos años consecutivos puede adquirir la nacionalidad española. En vista de que la Administración de la Comunidad Valenciana derivaba su responsabilidad a Rumanía, cuyas autoridades ponían trabas a la concesión de la nacionalidad por no encontrarse los menores en su territorio, y de que la Administración española no les facilitaba siquiera una documentación provisional, como podría ser la cédula de inscripción, en marzo llevé el caso a la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo para requerir que la UE tomara cartas en el asunto. Literalmente, además.

El 25 de abril, la presidenta de la Comisión de Peticiones, Cecilia Wikström, envió sendas cartas al embajador representante permanente de España ante la UE,  Sr. D. Pablo García-Berdoy, y a la embajadora representante permanente de Rumanía ante la UE, Luminița-Teodora Odobescu, para que trasladaran la preocupación de este organismo por dichos niños y sus familias a las autoridades competentes y, de este modo, empezar a resolver el problema.

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