Uno de los aspectos de mi trabajo como europarlamentaria del que me siento más orgullosa es, sin duda, el que concierne a la promoción de políticas que se fundamenten en evidencias científicas. En este sentido, y además de miembro de STOA (Science and Technology Options Assessment), soy la fundadora de la plataforma EUROMIND, cuyo objetivo es auspiciar el diálogo entre la esfera política y la científica, y que ha traído al Parlamento Europeo a divulgadores de la talla de Steven Pinker, Richard Dawkins o Anthony C. Grayling.